La historia reciente en clave de ficción en REVOLUCIÓN EN SEPIA.
En la 42.ª edición de la Feria Internacional del Libro de Montevideo, que se realizó en la primera quincena de octubre de 2019, la editorial Penguin Random House presentó Revolución en sepia, de Valentín Trujillo (1979, Maldonado). Julián Ubiría, en nombre de la casa editorial, y Eduardo Rivero, músico y periodista, conversaron con el autor acerca de su último libro, una ficción de escopetarra que se ambienta, en nuestro país, entre los sesenta y setenta del siglo xx.
En un programa de televisión, hace unos años, Hugo Fattoruso (músico y miembro del grupo Los Shakers) tocó una «versión desganada de Break it all, el famoso himno de Los Shakers. Fue un solo de piano, lento —explicó Trujillo—. Y [Fattoruso] confesó [que ese tema] no le agradaba demasiado porque era una etapa que había vivido con mucha felicidad, pero que pretendía olvidar porque mientras él jugaba a Los Beatles había otra gente que se jugaba la vida en las calles haciendo otro tipo de aportes revolucionarios». La historia se instaló en Trujillo y se transformó en una idea que, según Julián Ubiría, «es la historia perfecta para cualquier editor» y que pone en escena a Mariano, un muchacho joven que compone y canta. Le gustan Los Beatles, vive en una familia acomodada y es miembro de una banda de garaje: Los Sheppards. Al grupo se suma Alberto, un guitarrista. Pronto logran sintonía musical y gran afinidad. Pero Alberto, además de contar con una muy buena voz, es miembro de una organización clandestina. Su objetivo es secuestrar a Mariano para pedir un rescate y financiar la causa revolucionaria. Todo se hace más denso, como la vida misma, porque Alberto se siente cómodo en la banda y, entonces, el secuestro toma otras dimensiones.
Después de ¡Cómanse la ropa! (Intendencia de Montevideo, 2016) y Real de Azúa. Una biografía intelectual (Ediciones B, 2017) —«dos libros densos», según Trujillo—, Revolución en sepia es una historia más liviana, de superposiciones y ambientada en los agitados años de la historia reciente de nuestro país. En la ficción de Trujillo, la guitarra de Mariano Gómez, el líder de Los Sheppards, se vuelve arma cargada de signos, muta de un vehículo del rock inglés a la fusión de escopeta e instrumento musical. Es una insignia con esbozos de lucidez que pretende aportar significado a la revolución y una figura que, en capas superpuestas, el diseñador Lautaro Hourcade recrea en la cubierta.

Revolución en sepia describe la realidad del país con metódica reconstrucción periodística. Agrega entrevistas a Hugo Fattoruso y a Mauricio Rosencof como «representantes de dos revoluciones: la artística y la de las armas» e incluye homenajes explícitos a representantes de la cultura del momento (Carlos María Domínguez como periodista). Es un relato rápido que «avanza en temas duros, tiene ciertos momentos de reflexión y busca sacar alguna risa», dijo el autor. «Intenté la liviandad porque quería despegarme de los bloques en los que venía. Creo que salió una historia fresca y con aire».
Dice Trujillo que la novela es musical y que se la imagina como un guion de película, que pretendió aportar una visión irreverente, mirar a los ídolos desde otro lugar y que el objetivo principal fue sostener al lector enganchado en la trama. Revolución en sepia se lee de esa manera: entre acordes fuertes y melodías serenas, con hechos verosímiles, personajes creíbles, engarces culturales y el marco de una historia que sucedió hace muy poco y que Trujillo, con acierto, revisita desde la ficción.
*Por Gabriela Cabrera Castromán